viernes, 18 de diciembre de 2009

Una flor tan hermosa como venenosa



La adelfa, cuyo nombre científico es Nerium oleander, también suele ser denominada, en español, como laurel rosa, balandre, baladre, rosa de berberia u oleandro, en italiano. Si bien es un arbusto, puede llegar a transformarse en un árbol de tamaño pequeño.

Sus hojas son alargadas de color verde oscuro que contrasta maravillosamente con el tono rosa intenso de sus flores (éstas también pueden ser blancas, amarillas o rojas). Su época de floración es durante todo el verano.

Quizás sea por esto que esta planta que originariamente decoraba en forma natural las riberas del mar Mediterráneo, actualmente pueda encontrarse en las calles o jardines de zonas con un clima semiárido como en Argentina.

Lamentablemente su hermosura se contrapone con que todas las partes que conforman la planta son venenosas por lo cual es estrictamente necesario alejar a todo niño u animal que se acerque a la misma.

Los síntomas de envenenamiento por su ingesta suelen ser: sudor, gastroenteritis, vómitos y temblores, entre otros, para luego producir una muerte repentina producto de un paro cardíaco.

Una antigua superstición italiana afirmaba que tener dentro de una casa esta planta o cualquier parte de ella era un símbolo de futuras tragedias para sus habitantes.

Es inevitable no recordar la famosa anécdota ocurrida en España cuando el ejército de Napoleón fue invitado por los españoles a una maquiavélica comida. Al parecer se habrían utilizado para asar la carne estacas provenientes de adelfa lo cual provocó la muerte de gran parte de la tropa napoleónica.

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